lunes, 13 de junio de 2011

ANGELICA






El mundo sigue en penumbras.
Los edificios se derrumban cual construcciones a base de naipes
y hay buitres vigilándome desde el cielo.
...pero también esta Angélica con su tibio aliento
que me cobija haciéndome caer en un sopor de felicidad.

El arma sigue cargada
y el filo resplandece esperando un momento sin cobardía
y Angélica me mira desde esos enormes ojos negros
envolviéndome en una oscuridad diferente,
en una oscuridad que no mata, que no miente.

La Tierra sigue en silencio.
En China los perros colgados sienten pasar la vida
insolente, quemante, ardiente, esperando su suerte,
mientras la mía se derrite en sus brazos, en sus besos,
en sus labios, en su pequeño odio cuando me desangra
con sus tímidas espinas.

Ahora... permitanme un momento...
me planto en medio del mundo y estiro los brazos
tratando de detener el tiempo.
Pero los semáforos siguen cambiando
de verde a naranja y de naranja a rojo
y mi balanza se retuerce en medio de este maldito mundo de odio
y vuelvo a respirar del aire de Angélica
robando un poco de su vida
y colocándola por delante de mi cobardía.

El mundo sigue en penumbras...
pero Angélica me besa, me abraza
y desde sus ojos me grita que me ama,
guardo el filo y paciente descargo el arma...
creo poder soportarlo un tiempo mas.



FMS

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